Brian Jones está muerto, requetecontra muerto, pero sin duda que eso que hace sentir a los Rolling Stones como los Erasure de Depeche Mode después del 66, tiene mucho que ver con la partida bluesera de Jones. Estamos claros que Rolling Stones son magia pura y Richards con el corazón en la mano va a continuar sacando cocos de las palmeras o de donde sea. El punto es que hoy ví la película “Stoned”, una cinta británica que relata los últimos días de guitarrista creador de los Stones y claramente fue víctima de la historia natural de todo genio que se ve sobrepasado por el establishment taquilla, esa maquina que dice que se vende y que no. Bueno, a mi compadre el vender lo cagó de onda y se alejó, no sin antes aceptar los jugosos cheques de la banda que invento a punta de blues. Esta película nos cuenta como este hombrón dijo adiós con un Hendrix golpeándole la puerta para ser su segunda guitarra, pero era tarde, los Stones olvidaron a Jones y él había olvidado ese temblor que remece las entrañas, que se se llama rock and roll. Aunque la excusa valió la pena, una par de botellas y una sueca desnuda.
domingo, 13 de agosto de 2006
Stoned, so high, so Brian
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