Como ya le escribí Don Diablo, siempre terminamos apabullados y atemorizados con nosotros mismos.
Siempre somos nosotros nuestros propios monstruos y siempre , casi por instinto, debemos encontrar un cobijo aún peor, para no sentirnos una lacra frente a nuestro espejo.
La carpa del diablo nos cobija y nos protege... de nosotros mismos.
Tremendo, no grande, tremendo. Raro, no diferente, raro, y cuando me preguntan desde el otro lado del charco donde vivo "¿Que es la carpa del diablo?, solo respondo:
2 comentarios:
Como ya le escribí Don Diablo, siempre terminamos apabullados y atemorizados con nosotros mismos.
Siempre somos nosotros nuestros propios monstruos y siempre , casi por instinto, debemos encontrar un cobijo aún peor, para no sentirnos una lacra frente a nuestro espejo.
La carpa del diablo nos cobija y nos protege... de nosotros mismos.
Saludos y seguiré esperando
Tremendo, no grande, tremendo. Raro, no diferente, raro, y cuando me preguntan desde el otro lado del charco donde vivo "¿Que es la carpa del diablo?, solo respondo:
"Es algo siniestro".
Publicar un comentario