jueves, 12 de marzo de 2009

No importa



Hay que ser positivos. No importa que tu jefe te rete todas las mañanas, que recuerdes que tienes que pagar el gas justo cuando te estás duchando con agua fría y que recuerdes que tienes que comprar azúcar justo después de haberte preparado el café. Hay que ser positivo, no importa que no tengas minutos en tu celular, ni que te toque viajar siempre parado en el micro, ni que las pocas veces que te toque viajar sentado sea del lado del pasillo. No importa que tus compañeros hablen mal de ti en frente tuyo, ni que tu jefe te deje más trabajo justo antes de la hora de salida, ni que la chica que te gusta va a saliendo de la mano del tipo más odias. No importa que tus amigos no te tengan en cuenta para hacer un carrete porque no tienes dinero, ni que tengas que mentirle a tu mujer cuando te pregunte si pagaste los impuestos, ni que recibas solo cartas de tus acreedores en tu buzón. No importa que olvides la contraseña de tu correo, ni que olvides tu billetera en el tren, ni que olvides un papel importante, ni que tu fallecido abuelo le haya dejado toda la herencia a un vecino que le caía bien. No importa que tu perro se coma las únicas zapatillas que tienes, que tu chica ya no crea en tus palabras, que tu madre piense que eres un drogón, ni que olvides las llaves en el trabajo y no tengas forma de entrar a tu casa. No importa que te roben la ropa que dejaste secando en el balcón, que tengas como vecino a un baterista que tiene por costumbre ensayar de noche, que te quedes sin conexión justo cuando estás viendo tu trabajo, ni que te paren los pacos justo cuando olvidaste la licencia, ni que choques con un camión y luego recuerdes que no tienes seguro obligatorio. No importa que te encuentres con ese tipo que no soportas en la calle y que justo vayan para el mismo lado, ni que cuentes el chiste que ya todos conocían, ni que la madre de tu mejor amigo crea que eres gay. No importa que hayas invertido tus últimos ahorros en comprar dólares justo en este momento, ni que vayas al baño y recuerdes que no tienes papel justo después de haber estado diez minutos sentado en el inodoro. No importa que te haya salido un grano en el medio de la frente, ni que no tengas cable y tengas que ver las tristes copias de formatos extranjeros que pasan en los canales públicos. No importa, hay que ser positivos. ¿No?

Nicolás Argyros
Libretista de La Carpa del Diablo

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