Te voy a contar un cuento. Un cuento que se llama crisis. Resulta que hay un grupo de tipos, en el país del norte, que gana plata solo por manejar la plata otras personas. A eso se le llama “sistema financiero”. En el sistema financiero de estados unidos, nadie controla como se mueve esa plata, quien presta a quien, para qué, a ese descontrol se le llama “clima de negocios”. Un día, alguno de estos tipos no sabía donde mover la plata para que le dieran más plata y decidió vender hipotecas. Y como querían vender mucho, se la ofrecieron a gente que seguro iba a comprar, gente sin casa y con escasas probabilidades de comprarse una. Obvio! Vendieron muchísimas hipotecas, cuando consiguieron una cantidad increíble de papeles firmados por gente insolvente prometiendo pagar algo que no se podía, se lo vendieron a entidades financieras más grandes. Estas entidades se los vendieron a otras y estas otras, a otras más. Y cada uno de estos tipos que lograba pasar la pila de papeles sin valor, de un lugar a otro, ganaban más y más. A esta forma de ganar plata, se la llama “burbuja”. Pero un día la burbuja, explotó. Cuando alguien quiso cobrarle la primera cuota al tipo del comienzo. Ese día el mundo empezó a pensar que quizás el glorioso sistema financiero, no era más que una ruleta descontrolada y sacaron sus ahorros del mercado. Entonces, esas entidades de genios que cobraban millones de dólares por ser tan genios, empezaron a caer. Y la reserva federal, tuvo miedo. Entonces, ese país que vive pidiéndonos que privaticemos, salió a comprar muchos bancos quebrados, produciendo la nacionalización más grande de la historia. Como eso no alcanzó, los tipos le pidieron al estado que le compraran los papeles que se habían estado vendiendo entre ellos así no tendrían que devolver la plata que ganaron. A esa estafa estos tipos la llaman “rescate financiero”. Entonces, los representantes del estado, como le tienen tanto miedo a estos tipos, crearon un rescate de unos setecientos mil millones de dólares, que ni siquiera se sabe si va a alcanzar. ¿De donde saldrá toda esa plata? De los bolsillos de los ciudadanos. Da miedo, es verdad. Es raro que un grupo de señores diga que es re liberal que el estado ponga tanto dinero para salvar a un grupo de especuladores. Ah, en el mundo, hay ochocientos sesenta y dos millones de personas con déficit alimentario. Con treinta mil millones de dólares se cubrirían sus necesidades a lo largo de todo un año. Pero eso, parece que no le asusta a nadie.
Nicolás Arguiros
sábado, 14 de febrero de 2009
La Estafa Maestra
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1 comentario:
Y Usted que esperaba?
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