martes, 12 de septiembre de 2006

La sabrosa precariedad de la autogestión


Hoy estamos viviendo un proceso de mutación, un gran cambio que esta en nuestras narices, tan cerca que día a día nos sorprenden nuevas plataformas para comunicar libremente y cuando nos acostumbramos a una aparece otra con más posibilidades o más amigable. Es un proceso que abre las puertas para una democratización de los medios, pero que todavía no podemos medir en su justa dimensión ni en sus posibles repercusiones, sin embargo, ahí esta avanzando día a día. La sola idea que las futuras generaciones tengan acceso a generar sus propios medios de comunicación es realmente alentadora. Este año en un seminario realizado en Reñaca para la Archi, un especialista señalaba que el gran salto evolutivo para las nuevas generaciones, es que ellos sienten al mouse como una extensión de su cuerpo y al hipertexto como una enriquecedora forma de comunicación, lo que los convierte en alfabetos digitales.
Ahora lo importante es que seamos capaces de preparar el camino para esa nueva forma de experimentar el mundo, donde las representaciones de mundo, no sólo pasaran por un consorcio, ni por una multinacional, sino que millones de esas representaciones navegaran por la red, polivocalidad lo llama el construccionista Kenneth Gergen, quizás en busca de una nueva construcción social de sociedad. Algunos temen de qué contenidos navegaran por la red, sin embargo, desde los comienzos del hombre, siempre se llega a un relato coherente, siempre se llega a un orden, sin embargo los que quedaban fuera de juego de las relaciones de poder, ahora tendrán un espacio de participación.
Conocer el proceso de estas plataformas es de real importancia, porque aun no han sido dominadas, ni monopolizadas, recordemos que en un momento en los ochenta cada usuario dominaba el lenguaje computacional, hasta que Billy Gates nos entregó todo en bandeja y adiós, nunca más supimos programar. Bueno en esta nueva avalancha debemos saber manejar los programas, buscar las mejores formas de realizar convergencia, bucear y bucear en la red, para mantener una relación independiente con el nuevo escenario y mantener la autogestión.
La sabrosa precariedad de la autogestión nace como concepto, al realizar mi primera página web. La primera era básica y la segunda un poco menos, pero cuando me dirigía a realizar cambios y luchar en el mundo del diseño web, me detuve a observar. Ahí estaba mi foto, un par de links mal alineados, pero su contenido era tan propio, que a su vez hacían que el diseño, si es que lo podemos denominar así, me perteneciera por completo y era el “yo” que quería comunicar en la red. La idea es que en este proceso de aprendizaje ya sea en materia de blogs, podcast, páginas web y demases, experimentemos sin más expectativas, que entrar de a poco a la era digital, al lenguaje que hablaran nuestros hijos, pero eso implica que en este proceso de mutación asumamos nuestro rol de mutantes y quizás no ganemos un premio como diseñadores de blogs y de paginas web, pero ahí estaremos haciéndonos presentes y aprendiendo, siempre aprendiendo.

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